domingo, 13 de abril de 2025

(Blockchain) Las stablecoins pueden transformar el sistema financiero global

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EL MOMENTO WHATSAPP PARA EL DINERO ESTA AQUÍ Y SE LLAMA STABLECOINS

Las stablecoins representan el momento WhatsApp para el dinero, según Chris Dixon, socio director de Andreessen Horowitz (a16z crypto). Dixon sostiene que así como las aplicaciones de mensajería instantánea revolucionaron la forma de comunicarse, eliminando costes y fronteras, las stablecoins están transformando el sistema financiero global desde sus cimientos, ofreciendo una alternativa digital, abierta y sin fricción a un modelo obsoleto e ineficiente.

Dixon parte de una comparación poderosa: antes de WhatsApp, enviar un mensaje internacional podía costar 30 centavos y llegar o no llegar horas más tarde. Hoy, los pagos internacionales viven una situación similar: están fragmentados, son costosos, lentos y dependen de demasiados intermediarios. Las stablecoins, dice, son la oportunidad de reinventar el dinero como Internet reinventó la información.

MOMENTO WHATSAPP PARA EL DINERO

Dixon afirma que el sistema actual de pagos fue diseñado para un mundo analógico, lleno de capas intermedias: puntos de venta, bancos emisores, bancos adquirentes, redes de tarjetas, casas de cambio, bancos corresponsales… Todos con su comisión, su fricción, su latencia. Según el Banco Mundial, en septiembre de 2024 enviar una remesa de 200 dólares costaba una media de un 6,62 %. En algunos corredores internacionales, esa cifra puede alcanzar el 10 %. Estas comisiones no solo ralentizan la innovación: actúan como impuestos regresivos para los trabajadores más pobres del planeta.

Las stablecoins permiten superar ese mosaico de redes privadas y construir una infraestructura de pagos nativa de Internet: instantánea, global y sin permisos.

¿QUÉ SON LAS STABLECOINS Y POR QUÉ IMPORTAN?

Las stablecoins son criptomonedas vinculadas a activos estables, como el dólar estadounidense. Su objetivo es ofrecer las ventajas tecnológicas de las criptomonedas, como rapidez, trazabilidad y programabilidad, pero sin la volatilidad que las caracteriza. A diferencia del sistema tradicional, las stablecoins se mueven sobre redes públicas abiertas y programables (blockchains), que cualquiera puede utilizar sin necesidad de integrar bancos, operadores o sistemas legacy. Además, tal y como cuenta Dixon, lo importante es que ya están funcionando.

CASOS REALES DE ADOPCIÓN

  • SpaceX, de Elon Musk, utiliza stablecoins para gestionar tesorerías internacionales, incluso para repatriar fondos desde países con monedas inestables como Nigeria o Argentina.
  • ScaleAI paga a sus trabajadores globales con stablecoins, reduciendo costes y tiempos de espera.
  • Stripe, uno de los mayores procesadores de pagos del mundo, ya ofrece pagos con criptomonedas con una comisión del 1,5 %, frente al 3 % habitual en tarjetas tradicionales. Según cálculos de a16z, este simple ajuste podría duplicar el margen neto de un negocio minorista con márgenes bajos, como una tienda de comestibles.
  • En cifras, las stablecoins movieron 15,6 billones de dólares en 2024, un volumen que se aproxima al de la red Visa, y que demuestra su potencial de adopción masiva.

PAGOS GLOBALES SIN FRICCIÓN

Enviar $200 desde Estados Unidos a Colombia por métodos tradicionales cuesta $12,13. Con stablecoins, apenas $0,01. Esa diferencia en comisiones puede marcar el acceso o exclusión del sistema financiero para millones de personas. Además, las stablecoins no solo replican los pagos actuales de forma más eficiente, sino que habilitan nuevas formas de intercambio de valor:

  • Pagos entre máquinas o agentes de inteligencia artificial, sin intervención humana.
  • Micropagos automáticos para medios, música, IA o servicios digitales.
  • Transparencia total en pagos públicos, con trazabilidad y auditoría integradas.
  • Comercio global sin bancos, con liquidación instantánea y costes insignificantes.

REGULACIÓN: DE FRENO A CATALIZADOR

Durante años, la incertidumbre regulatoria ha mantenido a las stablecoins en una economía paralela, cripto por cripto. Pero eso está cambiando. El Congreso de EEUU trabaja en una ley específica para stablecoins, que podría sentar las bases para su adopción global.

Una regulación clara permitiría proteger a los consumidores, ofrecer garantías a los emisores responsables, diferenciar tokens de red de activos financieros y brindar un marco seguro a la innovación. Este marco legal, dice Dixon, podría ser para las stablecoins lo que la neutralidad de la red fue para la expansión de Internet: la condición habilitante para construir a gran escala.

Chris Dixon plantea una visión ambiciosa: las blockchains públicas como la capa financiera del internet moderno, donde las stablecoins cumplen el rol del TCP/IP del dinero. Redes abiertas, componibles, programables y auditables que permiten construir desde cero, en lugar de parchar infraestructuras del siglo XX.

En este nuevo modelo, Dixon afirma que las stablecoins no solo reducen comisiones: crean infraestructuras nuevas, comparables a una red de carreteras públicas. Las empresas seguirán construyendo vehículos y negocios sobre ellas, pero la base será neutral, abierta y accesible para todos.

NO ES UNA ACTUALIZACIÓN, ES UNA REINVENCIÓN

En definitiva, Dixon dice que lo que WhatsApp hizo por la mensajería, las stablecoins lo están haciendo por el dinero: eliminando barreras, costes y dependencias. No estamos ante una evolución del sistema actual, sino ante la creación de uno completamente nuevo, diseñado para funcionar como debe hacerlo en la era digital.

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